La legislación alimentaria de la Unión europea está constituida por un grupo de reglas que deben cumplir las empresas que invierten en la UE. La legislación alimentaria es un reflejo del alto nivel de exigencia (por su complejidad y conceptos como la “trazabilidad”) de los consumidores europeos en este sector.
Por consiguiente, todas las empresas que desean comercializar sus productos en la UE deben enfrentarse a reglas muy estrictas como el Reglamento 1169/2011 sobre la información alimentaria facilitada al consumidor; o el Reglamento 258/97 sobre la puesta en el mercado de nuevos alimentos; o la Directiva 2002/46 relativa a la aproximación de las legislaciones de los Estados miembros en materia de complementos alimenticios. Así como ocurre con el derecho medioambiental, el derecho alimentario se basa en el principio de cautela; todo ello debe ser tenido en cuenta por las empresas antes de concebir un producto, comercializarlo o retirarlo del mercado.
Por último, la reglamentación en seguridad alimentaria a veces se encuentra en la frontera con el derecho medioambiental (Ej.: los organismos modificados genéticamente), de la agricultura o el farmacéutico.
Si desea ver un proyecto en el que ha trabajado nuestro bufete en el ámbito del derecho alimentario.